Escribamos
un cuento, entre varias personas. Es importante que todos participen de
manera espontánea. Sin prepararlo desde antes, sino diciendo lo que
pensamos y sentimos en el momento.
Para
organizar las actividades se elige a una persona que dará la
palabra a los participantes.
La
persona que inicia el texto puede usar frases como las siguientes:
Hubo una vez... / Hoy por la mañana... / Siento que... / Si
tan sólo yo pudiera... Luego, otro participante agrega otra
frase breve, dando oportunidad de que el siguiente compañero
la complete a su manera.
El
texto termina cuando el grupo siente que está completa su
obra colectiva.
Todo es cuestión de estar atentos/as a lo que dicen los demás,
y de animarnos a expresar lo que sentimos.
Dejemos volar nuestra imaginación y digamos nuestros sentimientos
para crear juntos. Fíjese en el siguiente ejemplo:
En
cada renglón se aprecia la participación de una persona
diferente.
Ésta
era una...
Persona
mayor de edad…
Que
no le gustaba acordarse de su adolescencia…
Porque
se apenaba de su cuerpo…
Un
día oyó decir a su nieta…
Pensó
que después de todo, cada persona tiene una apariencia que
merece respeto…