¿Qué influye en nuestras condiciones de vida?
Probablemente alguna vez usted ha escuchado hablar de la calidad de vida que
tiene una persona, ya sea un amigo, un vecino o un familiar, pero ¿sabe
qué significa esta frase? En general, se dice que la calidad de vida
hace referencia al bienestar de una persona o de un grupo social, considerando
el grado en el que se satisfacen sus principales necesidades.
Los factores principales que determinan nuestra calidad de vida son:
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Alimentación
y nutrición. |
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Empleo
y condiciones de trabajo. |
8. |
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Recreación
y actividades culturales. |
9. |
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Ambiente
natural, social y cultural. |
12. |
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Servicios
públicos: luz, agua, transportes, etcétera. |
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Todos estos factores
son interdependientes, es decir, están estrechamente relacionados entre
sí y se influyen unos a otros.
La Constitución mexicana, en su primer capítulo que lleva por
nombre “Garantías individuales”, menciona una serie de derechos
y obligaciones que, de cumplirse, redundarían en mejores condiciones
de vida para todos los mexicanos.
Todas las personas, sólo por el hecho de serlo, tenemos derecho a condiciones
de vida justas y razonables, que nos permitan satisfacer, primero, nuestras
necesidades básicas: alimento, salud, casa, vestido, entre otras, para
luego poder desarrollar otros aspectos de nuestra vida que no son menos importantes,
por ejemplo: aprender, divertirnos y convivir sanamente con los integrantes
de nuestra familia y de nuestra comunidad.
¿Ha
escuchado hablar de la esperanza de vida? La esperanza de vida es la probabilidad
que tiene una persona de vivir un determinado número de años,
tomando en cuenta su sexo, su herencia genética y sus condiciones
de vida. En años recientes, la esperanza de vida ha aumentado, es
de 73 años. |
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Lograr condiciones
de vida favorables es una responsabilidad compartida por el gobierno, la sociedad
y los individuos. Esto quiere decir que la satisfacción de nuestras necesidades
no es únicamente resultado de la participación individual, también
requiere de unir esfuerzos, de organizarnos en nuestra familia y comunidad para
mejorar nuestra calidad de vida.
No debemos tener una actitud pasiva o resignada, no debemos esperar a que las
soluciones lleguen solas a nosotros. Día con día, nosotros debemos
enfrentar las situaciones que se nos presentan y resolverlas de la mejor manera
posible, no sólo para “salir del paso”.
En la medida en que nos preparemos y nos apoyemos unos a otros, estaremos en
mejores condiciones de satisfacer nuestras necesidades y las de las personas
con las que convivimos.