La salud y la higiene

La higiene es limpieza y ésta no se limita a la limpieza del cuerpo, sino que incluye la de la casa, los alimentos y el manejo cuidadoso del agua, la basura y los excrementos. Esto ayuda a conservar la salud y a prevenir enfermedades infecciosas.

Para que la higiene sea efectiva, para que funcione, debe ser practicada diariamente por toda la familia, en todos los aspectos. Lograrlo no es difícil porque la higiene se consigue con acciones sencillas.

Hay que considerar que más de la mitad de las enfermedades y muchas muertes son causadas por microbios que entran al cuerpo a través del aire, del agua y de los alimentos contaminados.

Quienes viven en comunidades sin agua potable, drenaje público o servicio de limpia o recolección de basura, tienen más problemas para vivir en un ambiente limpio, higiénico. Pero esto no les impide conseguirlo. Para ello pueden organizarse, colaborar y buscar el apoyo de autoridades e instituciones. Así se puede conseguir ayuda material e información técnica que permita la construcción y operación de sistemas comunitarios de agua, drenaje y basura.

En las comunidades o poblaciones donde no se trabaja de esta manera, son más comunes las enfermedades infecciosas. A menudo se presenta lo que se llama un “círculo de infección”, como el del siguiente ejemplo:

Uno de los miembros de la familia que tiene diarrea provocada por amibas, sale a obrar o defecar al aire libre en el patio de su casa. Un cerdo se come los excrementos, embarrándose el hocico y las patas. Posteriormente, el cerdo entra al interior de la casa donde un niño juega en el suelo, junto al animal. Así, el niño también entra en contacto con los excrementos del familiar enfermo. Después, el niño llora y su madre lo recoge del suelo y sin lavarse las manos, prepara los alimentos que consumen todos los integrantes de la familia. Como consecuencia, en poco tiempo toda la familia puede contagiarse de esos parásitos.


Algunas medidas para evitar un círculo infeccioso

Mantener la limpieza constante de las manos y del cuerpo.


Controlar la higiene del agua que se utiliza para beber.


Preparar y manejar con higiene los alimentos.


Mantener la limpieza del lugar donde vive.


Manejar adecuadamente la basura y los excrementos.


Cuidar la higiene de los animales domésticos, incluyendo las mascotas.


La limpieza del cuerpo

El baño elimina o destruye los microbios que el cuerpo recoge en su superficie todos los días. Bañarse diariamente es necesario para la salud de todo el organismo.

Recomendaciones para mantener la higiene del cuerpo

En lugares donde escasea el agua, se puede recurrir al baño con trapo o zacate. Este consiste en mojar un zacate o trapo limpio con agua y jabón y tallarse cada parte del cuerpo. Después, con agua limpia se enjuaga el trapo o zacate y se vuelve a pasar por el cuerpo de arriba a abajo, de modo que el agua sucia no escurra por las partes limpias.


Es necesario lavarse las manos antes de comer y de preparar los alimentos, después de ir al baño, de limpiar a un niño o de acariciar a una mascota. Hay que asegurarse de tallar bien cada dedo y cada uña. También es importante mantener las uñas cortas para facilitar su higiene.


Es conveniente lavarse los dientes después de cada comida, ya que los restos de alimentos que permanecen entre los dientes producen picaduras y enferman las encías. La limpieza de los dientes se puede hacer con un cepillo, con un trapo limpio envuelto en el dedo o con tortilla quemada.


Después del baño es conveniente usar ropa limpia. Es conveniente lavar con agua y jabón la ropa, después ponerla al Sol y dejarla secar. Así se evitan microbios y parásitos, como los piojos.


El control higiénico del agua

El agua es necesaria para la vida. Además de beberla, la utilizamos para la higiene personal, preparar alimentos, lavar ollas, platos y la ropa, limpiar la casa, cultivar la tierra y criar animales domésticos.

Antes de usar el agua hay que asegurarnos de que: esté limpia y transparente, sin olor y sin sabor y libre de microbios o parásitos. Si el agua no presenta estas condiciones, está contaminada.


Formas para desinfectar el agua o hacerla potable

Hervirla por lo menos tres minutos en un recipiente limpio.


Agregar cloro, blanqueador. Por cada litro de agua se utilizan dos gotas de cloro, se revuelve con una cuchara limpia y se deja reposar durante 30 minutos.


Colocar plata coloidal. Por cada litro se agrega una gota, se revuelve con una cuchara limpia y se deja reposar 30 minutos.

Con estos tres procedimientos se evitan enfermedades como la diarrea, la tifoidea y la hepatitis, entre otras.


El manejo higiénico de los alimentos

Los alimentos se pueden contaminar durante su cultivo, transporte, preparación y manejo.

Las infecciones a través de la comida pueden provenir de la falta de higiene en la persona de quien la prepara, porque los ingredientes que se usan ya vienen contaminados y por la presencia de animales domésticos o roedores, moscas, cucarachas y otros insectos, en el lugar donde se cocina.


Medidas que se deben considerar en la preparación y manejo de alimentos

Mantener limpias las manos y los utensilios al prepararlos y servirlos.


Mantener las uñas cortas.


Preparar los alimentos con agua desinfectada.


Utilizar ingredientes adquiridos en las tiendas o expendios que siguen normas de higiene.


Lavar con cepillo, agua limpia y desinfectar las verduras, frutas u hortalizas que se comen crudas, como la lechuga, el jitomate, la manzana, entre otras.


Mantener los alimentos tapados.


Evitar toser o estornudar sobre los alimentos, tape la boca con una servilleta o pañuelo.


Lavarse las manos después de toser o estornudar.


Comer de preferencia en casa. Si come fuera de ésta, elija los sitios que tengan las mejores condiciones de higine.

La limpieza del hogar se debe hacer todos los días, ya que en él vivimos, dormimos y comemos. Su higiene refleja la preocupación y el cuidado que tienen por su salud las personas que la habitan.


Medidas para mantener la higiene del lugar donde vive

Asegurarse de que exista luz y buena ventilación, que permita la entrada de aire fresco.


Limpiar el piso, barrerlo y lavarlo frecuentemente, porque en él hay polvo, basura y microbios que son focos de infección.


Lavar la cocina y el baño o letrina cuando menos una vez por semana. Es conveniente utilizar cepillo, agua, jabón y cloro si es posible.


Lave cada seis meses, cuando menos, las piletas, tinacos o depósitos de agua. Para evitar que se contaminen, hay que mantenerlos tapados.


Evitar la entrada de insectos; en lugares calientes y húmedos, como en las costas. Conviene instalar mallas en puertas y ventanas.


Evitar la presencia, en el interior de la casa, de las mascotas o los animales domésticos.


Mantener la basura fuera del hogar, en botes o depósitos cerrados, ya que la basura atrae a moscas, cucarachas y ratas.

 

El manejo adecuado de la basura

La basura se debe manejar correctamente y de manera responsable, pues en ella se desarrollan microbios y otros organismos dañinos. Además, cuando la basura se descompone produce gases que originan mal olor, contaminan el ambiente y atraen a moscas, cucarachas y ratas. Por eso, siempre debe mantenerse dentro de recipientes bien cerrados.

Es importante mantener separados los desechos orgánicos, es decir, que tienen un origen vegetal o animal, como las cáscaras, hojas, raíces, restos de animales, entre otros, de los inorgánicos, que tiene un origen industrial como botellas, latas, plásticos, alambres, vidrio, entre otros. Esto favorece que algunos de los desechos inorgánicos junto con otros orgánicos como el papel, cartón y la madera puedan volver a utilizarse.


La higiene de las mascotas o los animales domésticos

La limpieza de los animales domésticos es responsabilidad de los seres humanos. Si los animales comparten con nosotros el espacio en el que vivimos, es conveniente asegurarse de su higiene, ya que de no hacerlo pueden provocar diferentes enfermedades.

Preferentemente, acondicione un lugar fuera del hogar en el cual puedan comer, orinar y defecar, y mantener este lugar limpio. De esta manera se reducen las posibilidades de alguna infección.


Medidas para mantener la higiene de los animales domésticos

Limpiar la orina o excremento usando algún desinfectante como el cloro. Así se evita que los animales se ensucien con sus mismos excrementos.


Hacer revisar a sus animales y aplicarles las vacunas que sean necesarias.

Bañar a los animales. Existen jabones que eliminan las pulgas, garrapatas y otros parásitos.


Cepillar frecuentemente el pelo de perros y gatos, sobre todo cuando éste se desprende fácilmente. Algunas especies de ganado tienen un tipo de piel que puede cepillarse, evitándose así que se les adhieran parásitos.