Etapas del desarrollo. Segunda parte.


La edad adulta

Empieza aproximadamente a los 20 años de edad. Las personas demuestran más responsabilidad y autonomía para decidir acerca de su propia vida.

Tienen mayor capacidad para buscar mejores condiciones para su vida presente y futura. Por ejemplo, con respecto a su salud, ésta depende, en gran medida, de lo que ellos mismos hacen diariamente para conservarla.

La sociedad, por lo general, espera del adulto que sea capaz de comprometerse con los valores de ésta, con su familia, que tenga un trabajo estable y que sea autosuficiente. En esta etapa, muchos adultos establecen una relación de pareja con la intención de formar una familia y procrear hijos. Para la mayoría de las personas en esta etapa de la vida, el trabajo productivo es una de sus actividades principales. Buscan destacar en la ocupación que realizan, para tener la forma de vida que les parece más deseable.

El adulto se involucra e interesa más por el desarrollo de su comunidad. Se compromete con sus causas, pero no lo hace en forma tan espontánea e idealista como cuando era un adolescente. Tal vez porque empieza a preocuparle su futuro, el de su pareja, de sus hijos y de otros familiares, como sus padres, que también dependen de él.
Los adultos también requieren comprensión y apoyo en el esfuerzo por buscar su plena realización.


Adulto mayor

La edad adulta mayor o vejez empieza a los 60 años, tener esta edad, ser anciano no significa ser improductivo; muchas personas de 60 y 70 años son capaces de llevar una vida saludable y productiva para ellos mismos y para la sociedad.

Durante esta etapa de la vida, el cuerpo comienza a funcionar más lentamente y con menos vigor. Esto se ve claramente, por ejemplo, en cómo las heridas tardan más tiempo en sanar y en que el organismo es más vulnerable a las infecciones.

En ocasiones, estas evidencias de envejecimiento afectan emocionalmente a los adultos mayores, quienes llegan a sentirse poco útiles a su familia o a la sociedad.

Las personas que tienen una dieta saludable, que hacen ejercicio y desarrollan alguna actividad intelectual, pueden mantenerse todavía muy activas en los años de vejez.

Por lo general, las mujeres viven más que los hombres, pero tanto unas como otros tienen la certeza de que la vida no dura para siempre; esto les provoca angustia. La sociedad, en general, les niega oportunidades en la vida productiva, cuando podrían participar en algunas actividades aportando su experiencia. En algunos casos, sucede que la sociedad cierra injustamente las puertas a las personas mayores, aun cuando algunos de éstos todavía tienen una familia que sostener.

La depresión es una enfermedad frecuente en las personas ancianas a la que, generalmente, se da muy poca atención, a pesar de que puede provocar la muerte.

Podemos cuidar mejor a los adultos mayores, reconociendo su experiencia y dándoles afecto, así será más fácil que se sientan satisfechos con sus vidas.