El cáncer del cuello de la matriz o cérvico-uterino

Una de las enfermedades silenciosas pero mortales es el cáncer del cuello de la matriz, también conocido como cáncer cérvico-uterino. Este padecimiento es la primera causa de muerte por cáncer para las mujeres en México.

El cáncer cérvico-uterino es una alteración del cérvix o cuello de la matriz, que consiste en la formación de uno o más tumores que crecen e invaden la matriz y en etapa avanzada invaden otros órganos del cuerpo. En su inicio no presenta molestias, pero cuando la enfermedad se encuentra en etapa avanzada, tiene las siguientes manifestaciones:


Dolores de vientre y cadera.

Flujo o escurrimiento vaginal con sangre.

Sangrado entre los periodos menstruales.

Dolor y a veces sangrado durante el coito (penetración del pene en la vagina).

Falta de hambre.


factores de riesgo

Las mujeres que tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad son aquellas que:

Iniciaron su vida sexual antes de los 18 años.

Tienen infecciones frecuentes en la vagina.

Padecen verrugas en los genitales.

Acostumbran o acostumbraban fumar.

Tienen más de 25 años.

Tienen familiares que han padecido la enfermedad.

Tienen o han tenido relaciones sexuales con más de una pareja.

No tienen una adecuada higiene de sus órganos genitales.

Nunca se han practicado una citología vaginal o Papanicolaou.

La prueba más sencilla para detectar a tiempo este cáncer es el Papanicolaou. Este examen consiste en tomar con una pequeña espátula de madera o cepillo muy fino, un poco de moco del cuello de la matriz. La muestra se coloca en una laminilla de vidrio y es observada en el microscopio con el fin de encontar evidencias de infecciones, inflamación o células anormales (con cáncer).

Esta prueba deben hacérsela todas las mujeres después de que inician las relaciones sexuales o después de los 25 años, de preferencia cada dos años y si es necesario, una vez al año.

El Papanicolaou es una prueba rápida, sencilla, no provoca dolor, es gratuita y se practica con respeto y cuidado hacia la mujer.

Para realizarse la prueba es necesario:

No haberse realizado lavados vaginales 48 horas antes.

No haber utilizado óvulos, cremas vaginales y/o espermaticidas 48 horas antes.

No estar menstruando. El examen se puede realizar 5 días antes o 5 días después de la menstruación, de preferencia a la mitad del ciclo menstrual.

Recuerde que el cáncer es curable si se detecta y trata a tiempo.