Lea el siguiente texto:

Tales de Mileto fue un filósofo griego que vivió hace mucho tiempo. De él se cuentan muchas historias, entre ellas la siguiente:

Tales era un gran estudioso de la naturaleza. Mucho de su tiempo lo ocupaba en observar el cielo y pensar sobre lo que observaba. Veía para arriba hasta cuando iba caminando, por eso un día se tropezó. Esto lo vio un comerciante y se burló de Tales, diciéndole que eso le pasaba por ocuparse de cosas inútiles, porque para los comerciantes lo importante son las cosas prácticas, que dejan dinero. ¡Pensar no deja ganancias!


Tales se sintió retado por el comerciante y puso manos a la obra. De tanto estudiar el cielo, sabía cómo se comportan el rayo, el trueno, la lluvia y el granizo. También podía predecir, en forma aproximada, algunos fenómenos naturales.

Así fue como supo que la siguiente cosecha sería excelente para producir aceite de oliva, tan apreciado por la gente. A buen tiempo buscó las máquinas que se usan para sacar el aceite, y alquiló todas las que pudo encontrar. Llegado el momento las alquiló a los productores, al precio que quiso. Con ello demostró al comerciante burlón que el estudio de la naturaleza puede traer beneficios personales y colectivos.


¿Conoce a personas que opinen que es inútil dedicar parte de su tiempo a reflexionar sobre lo que ocurre a su alrededor? ¿Cree que tienen razón?

Complete la siguiente oración escribiendo los números de las palabras en los recuadros.

Los seres humanos necesitamos todo lo que ocurre a nuestro para el lugar donde .

1. alrededor
2. conocer
3. vivimos
4. comprender

 



La capacidad de pensar y reflexionar se desarrolla a lo largo de nuestra vida. El estudio, los conocimientos, todo lo que nos anime a preguntar, a analizar cuidadosamente lo que nos pasa, a buscar nuevas ideas y experiencias y a explicar lo que sucede en nuestro entorno, junto con otros factores como la alimentación, la comunicación y las relaciones con los demás, favorecen el desarrollo de nuestro pensamiento.