A lo largo de nuestra
vida, los seres humanos atravesamos diversas fases de desarrollo. Aunque ninguna
persona es exactamente igual a otra, puede decirse que, de alguna manera, todos
pasamos por las mismas etapas y por procesos parecidos de cambio.
A continuación, se describen las características principales de
tales etapas.
Los primeros años
La infancia y la niñez son años de grandes cambios. Los primeros dos años corresponden al periodo de crecimiento más rápido de toda nuestra vida. Un niño recién nacido pesa más o menos 3 kg y mide alrededor de 50 cm. A los seis meses ya pesa el doble y al año el triple, midiendo entonces más o menos 70 cm. Al final del primer año, aproximadamente, empieza a desarrollar la capacidad de caminar, la edad puede variar de un niño a otro. | ![]() |
El crecimiento rápido continúa más o menos hasta los tres años de edad, a partir de entonces el crecimiento empieza a ser más lento. De los 3 a los 10 u 11 años el crecimiento, aunque lento, es constante; durante esta etapa los niños desarrollan muchas habilidades y adquieren conocimientos.
La salud es fundamental para crecer y desarrollarse adecuadamente. A su vez, la alimentación favorece el crecimiento saludable. Si faltaran los cuidados a estos aspectos, el niño podría enfermar y hasta morir, ya que durante los primeros años es común que sufra enfermedades respiratorias y que sea atacado por parásitos diversos.
El
niño necesita afecto tanto como necesita el alimento. Es muy importante
que sienta que quienes le rodean lo quieren mucho, que aprecian su persona.
Eso beneficia su vida presente y futura. El niño es capaz de aprender desde que nace. Poco a poco va desarrollando diversas habilidades para aprender y hacer cada vez más cosas. Aprende mucho de las personas que lo rodean y que se relacionan con él. Cada vez controla mejor sus músculos y eso le permite caminar, mover sus ojos a voluntad y las diferentes partes de su cuerpo. |
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El niño se comunica desde que nace a través de movimientos y ruidos que emite con la boca. Aprende a hablar imitando a otros, por ello es importante hablarle bien y claro, y no imitando el habla de un niño pequeño. Después aprende a escribir, a fijarse muy bien en lo que pasa a su alrededor, a resolver algunos de los problemas que se le presentan. Conforme se desarrolla, es capaz de pensar de una manera más compleja. Razona lo que se habla con él y expresa sus dudas por medio de preguntas constantes.
Poco a poco va comprendiendo que él no es el único ser importante en la familia y que no sólo él tiene necesidades que deben atenderse. Este cambio es fundamental, porque le permite tomar en cuenta a las personas y a todo lo que hay y sucede a su alrededor. Entonces empieza a valorar la existencia de quienes le rodean: la familia, los amigos y los vecinos. En los primeros años resulta comprensible que muestre actitudes egoístas o centradas en él mismo. Al pasar el tiempo, las experiencias con los demás le van enseñando a compartir con otros, a ser más sociable y solidario.
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La
adolescencia
Este periodo es de grandes cambios físicos, pero también emocionales, intelectuales, morales y sociales. La pubertad se refiere, más precisamente, a los cambios físicos que ocurren en los primeros años de la adolescencia. Por eso, decimos que la adolescencia dura más años que la pubertad. En las mujeres ocurre entre los 10 y los 20 años, y en los hombres desde los 12 hasta los 20 o 22, aunque estas edades pueden variar.
Vuelve a presentarse en este periodo un rápido crecimiento del cuerpo. Los órganos sexuales maduran, crece el pelo en las axilas y en el pubis. En las mujeres comienza la menstruación, se desarrollan los senos, las caderas aumentan de tamaño y se redondean. En los hombres crece el pelo en la cara y en el pecho, se ensanchan los hombros. La voz cambia, haciéndose más grave y gruesa.
Estos cambios en el tamaño del cuerpo hacen que los adolescentes tengan que aprender otra vez a controlar sus movimientos. No es raro que algunos jóvenes tropiecen o que las cosas se les caigan de las manos. En los adolescentes sanos este desequilibrio es temporal, sin embargo es conveniente vigilar para identificar posibles alteraciones en el funcionamiento del cuerpo. Los grandes cambios físicos de estos años consumen mucha energía. Si no se alimentan adecuadamente, pueden sufrir desnutrición.
El adolescente necesita afecto, ya que frecuentemente se siente confundido e inseguro. Sus temores se deben a los cambios que está viviendo, pero también al futuro. Se da cuenta que le esperan nuevas responsabilidades al llegar a la edad adulta. Por eso, a veces vuelve a comportarse como un niño y da la impresión de que no quiere crecer.
A muchos jóvenes les atemoriza tener que tomar decisiones importantes, tales como elegir la profesión u oficio en que trabajarán. En ocasiones muestran dificultad para concentrarse en los estudios o en otras tareas que se les encargan. En realidad, en esta etapa desarrollan mucho sus capacidades para estudiar, pensar y resolver problemas complejos.
El adolescente empieza a querer vivir en forma más independiente de la familia y esto se convierte en una preocupación, principalmente para sus padres. Sus compañeros preferidos son los jóvenes de su misma edad y uno que otro adulto. Los personajes que escoge como héroes o ídolos son los modelos que quiere imitar. Con sus amigos le resulta fácil comunicarse. | ![]() |
En otros ambientes puede ser muy tímido y reservado, ya que le preocupa mucho la opinión que los demás tengan de él.
Sin embargo, cuando expresa sus sentimientos y pensamientos es posible ver que va madurando su juicio personal para decidir lo que, desde su opinión, está bien y lo que está mal. Los hechos y problemas sociales le importan mucho y es capaz de comprometerse con las causas que considera justas. En esta etapa se fortalecen en él sus propios valores con respecto a la justicia, la solidaridad y la libertad, entre otros.
Los adultos podemos cuidar a los adolescentes dándoles apoyo e información suficiente, sobre todo de lo que les inquieta y quieren saber. También teniéndoles paciencia, confianza y cariño.