Aprender
a aceptar a personas diferentes a nosotros, tener un buen
trato con ellas y trabajar en colaboración estrecha,
forma parte del desarrollo de nuestra personalidad. Cuando
colaboramos con otros, nuestras relaciones con ellos pueden
mejorar y ser más agradables.

Las personas podemos participar mejor cuando somos capaces
de tomar decisiones, de resolver problemas individual y colectivamente.
Cuando realizamos actividades en grupo, tenemos la oportunidad
de aprender a convivir y a comunicarnos con otros para ayudarnos
y para desarrollarnos en lo individual y en lo social, aceptando
las diferencias y fortaleciendo las semejanzas de todas las
personas. |