La Revolución mexicana

La Revolución mexicana fue un levantamiento de mexicanos que inició en el año 1910 y terminó en 1921. Mucha gente inconforme con la manera de gobernar de Porfirio Díaz se levantó en armas e hizo la guerra contra su gobierno que ya tenía un poco más de treinta años y se había convertido en una dictadura. Esta forma de gobierno le permitía a él solo, el poder de decidir sobre la Nación.

El gobierno porfirista no atendía los problemas de la mayoría de la población mexicana, que apenas tenían para vivir; en cambio, sí favorecía a un pequeño grupo de hacendados en cuyas manos se concentraba el poder y la mayor parte de las tierras y riquezas de México.

Porfirio Díaz, aconsejado y presionado por ese pequeño grupo de privilegiados impidió toda posibilidad de voto democrático y de sufragio efectivo. Desde el jefe político de cualquier pueblo hasta los gobernadores de los estados, eran designados por el mismo Porfirio Díaz para conveniencia de unos cuantos.

La gente del campo; hombres, mujeres, niños y niñas trabajaban largas jornadas de hasta 16 horas al día. Ellos reclamaban su derecho al agua y a trabajar sus propias tierras.

Los trabajadores/as de las fábricas exigían mejores salarios, pues también tenían jornadas laborales muy largas. Además, había una queja general, y ésta era que el gobierno cuidaba más los intereses de los extranjeros que los del propio país.

En las “tiendas de raya”, que también pertenecían a los patrones, la gente del campo y los obreros fueron obligados a adquirir lo poco que consumían. Así, quedaban condenados a vivir siempre subyugados bajo la vergüenza pública de una deuda que ni ellos ni sus hijos podrían pagar. Apenas tenían con qué sobrevivir a pesar de tan arduo trabajo.

El alcohol se vendía en abundancia en las “tiendas de raya” para embrutecer y para apretar más el lazo a aquellos desventurados trabajadores. Fue una época asfixiante para la mayoría de los mexicanos.

Surgieron entonces espíritus valientes, para protestar y luchar, como Ricardo Flores Magón, Antonio I. Villarreal, Juan Sarabia y Librado Rivera, quienes sufrieron persecuciones, prisiones y destierros.

Hombres y mujeres, cansados de esta situación, se lanzaron a la batalla guiados por valientes caudillos como: Francisco I. Madero, los hermanos Serdán, Pascual Orozco, Francisco Villa y Emiliano Zapata.

Uno de los primeros cambios que se dieron a consecuencia del movimiento revolucionario fue la expedición de la ley de Restitución y Dotación de Ejidos ocurrida el 6 de enero de 1915. Respecto a esta ley, Venustiano Carranza dijo que “era necesario devolver a los pueblos los terrenos de los que han sido despojados, como un acto de elemental justicia y como la única forma efectiva de asegurar la paz, el bienestar y el mejoramiento de nuestras clases pobres”.*

Venustiano Carranza, pensó en la necesidad de una nueva Constitución. Convocó al Congreso Constituyente, que se reunió en Querétaro. La promulgación de la nueva Carta Magna, la Constitución, se realizó el 5 de febrero de 1917, la cual, con algunas modificaciones, es la que nos rige hasta la fecha.

* Miranda Basurto Angel, La evolución de México, 28a.ed., México, editorial Herrero, S. A.,1981, p. 325