Tierra. Herencia de los abuelos:
Tierra: fin y principio, vientre y sepulcro, vida y muerte, ayer, hoy y por siempre. La tierra es la madre, eje que guía toda actividad del individuo, de la familia y de la comunidad de mi pueblo; alrededor de ella se organiza la vida civil y religiosa, se determina el espacio, se mide el tiempo y se escribe la historia. Desde que se nace, la familia agradece el acontecimiento con una ceremonia a la madre tierra, y se devuelve a sus entrañas la placenta y el ombligo, debidamente aseados, simbolizando la semilla que habrá de germinar, crecer y reproducirse en la vida terrenal y que además garantizará el arraigo del nuevo ser y el cuidado de él hacia la propia madre. Los rituales de respeto y agradecimiento a la madre tierra se realizan en todas y en cada una de las actividades del proceso de la producción agrícola. Entre los mixes, como entre muchos pueblos indígenas las normas morales que regulan la relación entre los individuos y de éstos con la naturaleza, se organizan principalmente, en función a la relación con la madre tierra.
Huberto Aldaz H., El caracol, abril-junio, 1998