 |
María y Daniela, de 14 y 15 años, salieron de su pueblo para conseguir trabajo en la Ciudad de México. De acuerdo con su relato, las jóvenes fueron a la verbena que se realiza en la Alameda; ahí un joven se les acercó para platicar y “ligarlas”, les preguntó de dónde eran, dónde trabajaban y después las invitó a seguir con la fiesta y el baile.
Ellas quedaron impresionadas con el coche del desconocido, en el cual se encontraba otro joven, acompañado de una muchacha, quien estuvo hablando con ellas todo el tiempo. Las emborracharon y se quedaron dormidas; después las mantuvieron drogadas todo el tiempo. |