Selecciona los sentimientos que
consideres que cuesta más trabajo manejar
cuando se tiene una ITS.
Miedo ante la infección.
Culpabilidad por haber
tenido relaciones sexuales y pensar que por
ello nos merecemos un castigo.
Vergüenza, como si
hubiéramos hecho algo malo o prohibido.
Temor de que los demás
nos critiquen por nuestra vida sexual o nos
rechacen por temor al contagio.
Miedo a la reacción
de nuestra pareja, por lo que muchas veces
le ocultamos que estamos infectados y la
exponemos al contagio.
Ante estos sentimientos hay que
aprender a construir otros sentimientos que nos
hagan sentir mejor, por ejemplo:
•
Sentirnos capaces de resolver nuestro problema.
•
Aprender cómo cuidarnos mejor.
•
Ejercitar nuestra capacidad de comunicación.
Ante una Infección de
Transmisión Sexual es importante:
1.
Acudir
al Centro de Salud o al médico inmediatamente.
Sólo él puede saber con exactitud
qué enfermedad tenemos y darnos el
tratamiento adecuado.
2.
No
automedicarse ni tomar remedios caseros. El
hacerlo muchas veces dificulta el diagnóstico
de la enfermedad.
3.
Tomar
todos los medicamentos que recete el médico
hasta que nos de alta. ¡No debemos
suspender el tratamiento aunque ya nos sintamos
bien o hayan desaparecido los síntomas!
4.
Por
difícil que sea hablar con la pareja
o parejas sexuales, para que ellas o ellos
también se atiendan.
5.
Evitar
tener relaciones sexuales hasta haberse curado
o usar condón.
Aplica lo que has aprendido
sobre las ITS con la siguiente actividad, que
te puede servir para comunicar información
adecuada sobre este riesgo.
Realiza en tu cuaderno de notas
personales Una fotonovela para las y los jóvenes.
•
Imagina un caso en el que una persona descubre
que tiene síntomas de una ITS y teme
decírselo a su pareja, y como finalmente
logra hablarlo.
•
Describe las dudas que tiene sobre lo que
tiene que hacer.
•
Menciona algunas recomendaciones médicas
que puede seguir.
•
Dibuja o utiliza recortes de alguna revista
para representar a los personajes.
Circula esta revista entre tu familia
y tus amigos y amigas.
Hablar
sin miedo y sin prejuicios
de las ITS es la mejor arma
para prevenirlas.