Los hombres nos protegemos del cáncer
 

 

¿Qué es el cáncer?

Todo nuestro cuerpo y nuestros órganos como son los pulmones, el corazón, el cerebro, la piel, el hígado, los órganos sexuales, están formados por millones de partes pequeñísimas llamadas células. En algunos casos estas células pueden empezar a crecer y a crecer de una forma anormal hasta llegar a formar lo que conocemos como tumores. Dichos tumores pueden ser de dos tipos: benignos, es decir, que no son cancerosos y malignos, que producen cáncer. Además pueden surgir en cualquier parte de nuestro cuerpo.

 
Un lugar en el que puede desarrollarse el cáncer es en los órganos sexuales de los hombres, como es el caso del cáncer de testículos, pene y próstata. En este último caso es un riesgo que se puede presentar principalmente después de los 40 años.
 
¿Qué puede producir el cáncer?
 
No existe una causa que se considere directa, pero se han identificado algunas situaciones que si las hemos vivido, es conveniente que estemos pendientes de nuestra salud. A continuación se mencionan algunas, no son las únicas, pero sí las que podemos evitar o tener en consideración.
 
Haber tenido infecciones de transmisión sexual, sobre todo en el caso del virus del papiloma humano.
   
Tener el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que produce el Sida.
   
Haber tenido algún problema anterior en los testículos o el pene.

 
¿Cómo detectar el cáncer a tiempo?
 
El cáncer cuando inicia no se nota, por lo que desde pequeños debemos aprender a explorar o revisar nuestros órganos sexuales, lo que nos ayudaría a detectar cualquier anomalía o problema de salud a tiempo, no sólo de cáncer.
 
Si llegas a notar cambios en tus órganos sexuales, como los que se relacionan a continuación, es importantísimo que acudas de inmediato al médico.
 
Cambios en el color del pene y los testículos.
   
Inflamación o dolor.
   
Si aparece alguna "bolita", ya sea que ésta duela o no.
   
Si notas molestias o dolor al orinar o eyacular.
   
Sangre en la orina.
 
Nuestra salud es nuestro tesoro, ¡cuidémosla!
 
¡Ojo con el virus del papiloma humano!
 
Una situación que nos pone en riesgo es haber tenido antecedentes de infección producida por un virus llamado papiloma humano que produce verrugas en los órganos sexuales, comúnmente conocidas como condilomas. Estos condilomas o verrugas, generalmente aparecen en el pene, en el interior de la uretra, alrededor de los testículos, en el recto, en el ano y en el periné (zona que se encuentra entre el ano y el pene). Estas verrugas no son iguales que las que aparecen en otras zonas del cuerpo. Esta infección no es curable, lo que si es posible es eliminar las verrugas para evitar que se propaguen, aunque pueden volver a aparecer posteriormente, porque este virus va a vivir en nuestro cuerpo, por lo que hay que utilizar algún método de barrera, como es el condón, en las relaciones sexuales, para evitar trasmitirlo a nuestra pareja.
 
Es importante acudir con el médico, ya que ellos son los indicados para:
 
Verificar que no existan lesiones que no se noten a simple vista.
   
Indicar el tratamiento adecuado.
   
Indicar qué exámenes médicos y de laboratorio hay que realizarse.
   
Explicar las medidas a tomar para prevenir otros problemas como el cáncer.
   
Orientar sobre la manera de proteger a la pareja de la infección, y sobre las medidas que podemos tomar al tener relaciones sexuales.
 
Técnica de autoexploración de nuestros órganos sexuales,
(revisión personal)
 
Párate frente a un espejo y observa el tamaño y la forma del pene y los testículos.
   
Revisa primero el pene: su color, la textura y apariencia de la piel.
   
Retira la piel del prepucio y verifica si su apariencia es normal, si no tiene granos, llagas, enrojecimiento anormal en la punta del pene o glande.
   
Revisa todo el pene para identificar si no hay una "bolita" o algo anormal.
   
Después continúa la revisión de los testículos: de igual manera su color y la textura de la piel.
 
Tócalos con cuidado, para identificar si no existe ningún endurecimiento o bolita.

 

Realiza esta revisión por lo menos cada mes, y ante cualquier cambio o duda que tengas, ¡acude de inmediato a tu centro de salud!

 
Recuerda, en esto del cáncer, el tiempo es oro.