a Organización Mundial de la Salud estima que existen anualmente
250 millones de casos de infecciones de transmisión sexual, de los cuales
120 millones corresponden a tricomoniasis, 50 millones a infecciones por Chlamydia, verrugas genitales 30 millones, gonorrea 25 millones, herpes genital 20 millones, sífilis 3.5 millones, hepatitis B 2.5 millones, chancroide 2 millones. Los casos acumulados de SIDA a finales de 1995 son más de un millón, pero se estima que existen 18.5 millones de portadores del VIH.
Las ITS son graves porque amenazan la salud en diversas formas. Pueden causar esterilidad, infertilidad, muerte de feto, abortos, ceguera, daño cerebral, cáncer e incluso la muerte. También son una amenaza para la salud del recién nacido, ya que la mayoría de estas infecciones pueden ser transmitidas de la madre al producto y ocasionar malformaciones congénitas o que se presente la infección en el niño desde el nacimiento.
De los 250 millones de ITS, la mayor incidencia ocurre entre gente joven de 20 a 24 años de edad, seguidos por el grupo de 15 a 19 años y después por el grupo de 25 a 29. Se estima que alrededor de 30% de la población mundial se encuentra entre los 10 y los 24 años de edad; en los países en desarrollo, más de la mitad de la población se encuentra por debajo de los 25 años.
Actualmente existe cura para muchas de estas enfermedades; las infecciones por VIH y otros virus son incurables. No obstante, el tratamiento adecuado de las ETS plantea muchos problemas. El primero es que la mayoría de la gente afectada no acude al médico o retrasa su atención debido al miedo y la connotación de "vergonzosas, secretas" que han tenido tradicionalmente las ETS. Por ello, especialmente en nuestro país, muchas veces el tratamiento es indicado por un amigo o por el dependiente de la farmacia.
Además, aun entre el personal de salud existe un gran desconocimiento acerca de la gran variedad de gérmenes que son causantes de infecciones sexualmente transmitidas.
Por otro lado, la automedicación es causa de que cuando el paciente finalmente acude al médico, el cuadro esté modificado por el tratamiento previo. El diagnóstico se dificulta aún más, ya que diferentes gérmenes pueden dar las mismas manifestaciones clínicas y no siempre responden al mismo tratamiento; es frecuente la asociación de más de un germen. Por añadidura, en los últimos años, a causa del cambio de prácticas sexuales, se ven lesiones típicas de enfermedades antiguamente conocidas en localizaciones que no son tan típicas. Por esta misma causa, gérmenes que antes se consideraban patógenos intestinales, son ahora causa de ITS.

Por ello, en todos los programas de salud pública debe incluirse como tema de gran importancia la prevención primaria de las ITS mediante la educación, ya que el tratamiento efectivo, cuando existe, no siempre está al alcance de la población afectada.
La adolescencia es un periodo de grandes cambios físicos y psicológicos, durante el cual el joven aprende a asumir el control de su propia vida y tomar decisiones que pueden tener consecuencias para ellos mismos y para otros. Por otro lado, en los últimos años se han generado gran cantidad de cambios en la sociedad a causa de la rápida urbanización, industrialización, aumento de los viajes y la gran diseminación de nuevos valores a través de los medios masivos de comunicación que han dado a los adolescentes una mayor cantidad de opciones.

Tepichin Griselda Hernández, "Infecciones Transmisibles Sexualmente", en Hablemos de sexualidad (Lecturas), México, Mexfam, 1996, pp. 207-209.