Qué es el género?

El género se refiere a las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres en cuanto a ideas, valores y modos de actuar; estas diferencias no tienen un origen biológico, sino que son construcciones sociales que determinan lo que en cada sociedad significa ser hombre y mujer.
En términos de George Mead, tanto hombres como mujeres se definen como personas que tienen un proceso de desarrollo propio presente desde el nacimiento, sino que surgen de la experiencia personal y del aprendizaje sociocultural.

 

¿Cómo se aprenden los roles de género en la familia?

A partir de la interacción que tienen desde los primeros gestos y sonrisas con la madre o el padre, el niño o la niña aprenden las actitudes que los provocan, y saben cuándo reaccionar de tal o cual manera hacia los otros, porque también han aprendido a identificar sus actitudes; pero, asimismo, los otros han aprendido a entender las actitudes del pequeño y a reaccionar ante ellas; digamos que desde estos momentos comienza el dinamismo y el proceso social de influir sobre otros y modificar sus actitudes.

Este proceso social puede ser una línea de análisis para comprender las diferentes influencias que los niños y las niñas reciben de los demás. Incluso desde antes de nacer, preparar la ropa de color rosa o azul o los juegos como las muñecas y los carritos, muestran las expectativas que pueden tener los padres en cuanto a lo que debe ser un niño o una niña. En este sentido, generalmente, lo que un niño o una niña perciban de la actitud de sus padres será lo que ellos percibirán de sí mismos.

Muchos papás y mamás piensan que las niñas valen menos por ser mujeres y que tienen menos oportunidades en la vida, que sufren más, que no pueden trabajar igual que los hombres, los cuales tienen más peligros al salir a la calle, etcétera.
Asimismo, muchas personas consideran que los hombres son más fuertes, que pueden hacer lo que quieran, trabajar, salir por las noches, ganar dinero, etcétera. Estas ideas provocan sentimientos de seguridad diferentes para hombres y para mujeres. Muchas veces a los niños se les promueve la fortaleza, la seguridad y el apoyo para tareas fuera de casa, y se les hace menos expresivos y muy dependientes de las mujeres.

A las niñas se les trata con cierta delicadeza, lo cual puede ser positivo, pero cuando se confunde esa delicadeza con incapacidad para moverse o defenderse y se les encamina exclusivamente a las labores del hogar, se limitan sus oportunidades y se les hace más débiles.

¿Qué pasa con los roles del hombre y la mujer durante la juventud?

Estos papeles que la sociedad asigna a hombres y mujeres se hacen más evidentes durante la adolescencia, debido a las diferencias corporales y a los significados sociales del cuerpo.
En una sociedad como la nuestra, nos damos cuenta que los y las jóvenes tienen diferentes percepciones de sus cuerpos a partir de su sexo y que los medios de comunicación crean modelos de hombres o de mujeres modernos para influirlos.

¿Qué podemos hacer?

Es importante que los miembros de las familias se concienticen de las responsabilidades que tienen en la reproducción de roles estereotipados, con el fin de que los y las jóvenes reflexionen sobre la importancia de cuestionar los papeles socialmente aceptados y así luchar por la igualdad de los y las mujeres dentro de la familia y fuera de ella.
Es necesario educar en el seno de la familia a hombres y mujeres de igual manera y enseñarles a respetar las diferencias socioculturales que existen, para establecer una mejor relación entre ellos y ellas.

José Ángel Aguilar Gil, Hablemos de género, esto es cosa de hombres ¿o de mujeres?, México, Mexfam, 1998, pp 20-21.