El tema es, sin duda, muy difícil. Sin embargo, existen importantes investigaciones que demuestran la situación privilegiada del hombre a través de la historia. El orden establecido, con sus signos de dominación, somete a la mujer a condiciones intolerables que, paradójicamente, parecen naturales. Por ejemplo: son la únicas responsables del cuidado de los niños, de las labores del hogar y de cumplir los gustos y alegrías de todos los miembros de la familia.