La capacidad de los seres humanos para comunicarnos es muy amplia, y no se limita únicamente al lenguaje verbal (hablado o escrito); normalmente, acompañamos a lo que queremos decir con apoyos extralingüísticos, es decir, con recursos que no forman parte de la lengua en sentido estricto, pero que si nos ayudan a complementarla; tal es
el caso de los gestos, las posturas, los movimientos del cuerpo, etcétera que muchas veces dicen más que las palabras y que influyen también en las buenas o malas relaciones con los demás.
Por ello, en nuestra comunicación con los integrantes de nuestra familia, con nuestros compañeros y compañeras
de trabajo, con las personas, en general, debemos cuidar nuestro lenguaje no verbal, con el fin de no afectar nuestras buenas relaciones con ellas. |